Que tu crítica me construya
¿Si un solo ser humano se compone de un montón de experiencias, sensaciones, actitudes y sentimientos que aunque único lo hacen complejo, ahora imaginan en que se convierte una organización con un montón de seres humanos?
Es un escenario complejo pero muy interesante, donde tenemos la oportunidad de experimentar y conocer muchos puntos de vista, formas de actuar, personalidades, capacidades e intereses que nos ayudan a nuestro crecimiento personal.
Pero así como hay cosas buenas, hay otras a las que debemos prestar atención para que no se conviertan en experiencias de mal gusto.
Muchas veces en medio de la rutina nos dejamos llevar por estrés, frustración y nuestro temperamento tiende a alterarse por pequeños errores. Es normal porque somos seres emocionales, pero la idea es que no se convierta en algo común.
Si hacemos algo mal solemos solucionarlo con rapidez, pero ¿qué pasa cuando la persona que se equivoca es nuestro compañero?, ¿sabemos hacerle entender lo que hizo mal?, ¿lo corregimos, lo juzgamos o nos hacemos los de los oídos sordos?
Expresar al otro lo que pensamos es una forma de demostrarle que nos importa, y expresarlo bien es una muestra de nuestro aprecio. Como seres sociales tenemos la capacidad de saber identificar los errores de los demás, y es nuestro deber encontrar la manera adecuada para hacer que mejore, como también estar abiertos a las opiniones que otros nos quieran aportar.
Es claro que cuando retroalimentamos las acciones de alguien, la parte más complicada es hablar de lo que no está haciendo bien. Y aunque es normal porque ninguna persona es perfecta suele resultar incómodo, pero no por ser incomodo debemos evitar hacerlo. ¿Sabías que la mejor forma de decirle a alguien que haga las cosas mejor es haciéndole saber qué es lo que está haciendo bien?
Para corregir a alguien no hay que herir su ego, seamos objetivos y sutiles con nuestras críticas, hablemos del tema y no de la persona, no mencionemos el error, mejor propongamos como solucionarlo, hagamos que la otra persona se sienta capaz de mejorar lo que hizo mal y que a pesar del error seguimos creyendo en ella.
Hay que tener cuenta que como organización somos un todo y nuestro objetivo es crecer, pero juntos. Si yo avanzo, tú avanzas, si tú me guías, yo aprendo, y así todos caminamos a la par. Nuestras palabras y el trato que damos a los demás exteriorizan lo que somos como personas…
¡Que tu crítica me construya y tu ayuda me mejore!